
El Dr. Víctor Gómez fue invitado recientemente a una entrevista en el Hospital del Niño, donde compartió su experiencia con diversos casos complejos que ha enfrentado en su carrera. Entre ellos, destacó uno particularmente impactante y lleno de aprendizaje: el de Ana, una adolescente de 16 años.
Ana había sido operada previamente en Arequipa y, tras una complicación, llegó al Hospital del Niño en una situación muy delicada: con una infección grave que comprometió seriamente su pulmón derecho. El daño era tan severo que ya no había manera de salvarlo.

En palabras del Dr. Gómez: “Cuando un paciente pierde un pulmón, la vida cambia por completo. Nuestra misión es buscar soluciones que permitan que esa persona siga respirando y viviendo con la mayor normalidad posible”.
Para Ana, la solución fue colocar un dispositivo especial que cerró el espacio del pulmón afectado, permitiendo que su organismo se adaptara y pudiera respirar sin complicaciones a pesar de la pérdida. Gracias a esta intervención, la joven pudo estabilizarse y continuar con su vida.

Este caso es un ejemplo de cómo la medicina va más allá de la técnica: se trata de darle al paciente una nueva oportunidad. La historia de Ana nos recuerda que detrás de cada cirugía no solo hay ciencia, sino también esperanza.
«Cada paciente deja una huella en mi vida, pero historias como la de Ana nos recuerdan por qué elegimos esta profesión: porque no solo tratamos enfermedades, sino que luchamos para devolverle a cada persona la posibilidad de vivir plenamente.» – Dr Gómez
